lunes, 30 de abril de 2012

Porque


Porque no quiero darme cuenta de lo que pasa a mi alrededor, porque odio los problemas, las discusiones y los enfrentamientos. Porque les huyo. Porque quiero vivir sin este peso. Sin este dolor. Porque quiero ser feliz y esto no me deja. Luchar día a día con esto que me asesina por dentro,  y darme cuenta que por más que quiera que desaparezca, esto me va a acompañar por gran parte de mi vida. Porque quiero a los míos, y que nada les pase. Porque tengo miedo. Vivo con miedo. Y odio el miedo. Porque me paraliza, porque por miedo dejo cosas de lado, no enfrento la realidad y cada vez guardo en mi interior eso que me daña. Porque quien creí mi ángel, es hoy mi mayor lucha. Porque en quien creí superior, la siento débil y eso me vuelve débil a mí. Porque ya me canse de intentar hacer SIEMPRE las cosas bien. Porque me quiero equivocar y aprender, pero por miedo acumulo. Porque no voy por lo que verdaderamente quiero. Porque lo termino evadiendo. Porque viví mucho más de lo que creí que iba a vivir. Porque vivo pensando las cosas antes de hacerla. Porque ahora quiero arriesgarme sin importar nada. Porque lo quiero hacer por mi y nadie más. Porque de una vez por todas quiero sacar esto que me atormenta y poder estar bien conmigo. Porque sufro, porque me hace mal, porque los quiero ver bien. Porque de eso depende mi felicidad. Si tan solo pudiera borrar un momento en mi vida, todo sería distinto. Porque confiar me cuesta, porque las mentiras me invaden y porque amor es lo que me sobra. 

sábado, 28 de abril de 2012

Fantasy World

No sé qué es lo que hiciste de mí. Me volví dependiente. Obsesiva. Celosa. Compulsiva. Me volví inventora. Cree una historia, te inventé un personaje. Me enamore de vos, mejor dicho de ese personaje inventado. Imagine situaciones, momentos y locaciones con vos. Todo fue en vano, nada pasó, todo formo parte de mi mundo de fantasía, en donde no veía la realidad, y en donde solo existías VOS. Eras mi mundo aparte. Si se trata de vos, mi imaginación no tiene barreras. No te culpo por esto, pero si por aparecer en el momento que casi ya ni existías. Sé que por vos no lo di todo, pero si lo dejé todo.

Dos en UNO

Ese momento en que sentís cosas distintas, diferentes pero mezcladas entre sí. No sabes el porqué pero por algo están. Dos sentimientos en uno. Por un lado te sentís orgullosa de haber soltado a esa persona por la que estuviste tanto tiempo presa, pero por otro lado te queda ese sabor amargo de sentir que renunciaste, que te rendiste, que te diste por  vencida.

A veces lo que sentimos no es lo que verdaderamente es, sentir que te rendiste no siempre significa que te diste por vencida. Haberlo dejado de lado te vuelve heroína, no derrotada. Es una victoria propia, una lucha interna. Le ganaste a ese amor destructivo que ahora se volvió descartable. Lo usaste un rato y por fin ahora podes tirarlo.
Una parte tuya se fue, esa dependencia por otra persona desaparece. Te estás dejando ser, lo estas dejando ir. No es abandono, no es renuncia, es algo nuevo. Una parte se va, pero otra nueva crece y todo nuevo comienzo viene lleno de expectativas, ilusiones y quizás cosas mejores…

jueves, 26 de abril de 2012

Esa ausencia de él que te ausenta a vos




En la primera entrada mencioné que esto surgía a partir de una ausencia. Me quedé preguntándome si solo era una excusa o de verdad algo estaba ausente en mí. La ausencia es algo que no está. Puede no estar porque nunca estuvo o no estar por que se fue. Son muchas las cosas que quiero que nunca tuve, pero también son las que no están, que quiero y se fueron.
Cuando nos acostumbramos a algo es muy difícil dejarlo ir. Como cuando de chiquitos nos hacían regalar juguetes. Estuvieron un buen rato en nuestra vida y no nos gusta despojarnos de algo que nos hizo bien. Lo más difícil es cuando ese algo se fue sin avisar, sin darte una explicación, sin un porque o simplemente sin un CHAU. Cuando simplemente ese algo desapareció.
Ese “algo” tiene nombre propio. Se podría decir que es un hombre, pero creo que un HOMBRE no te dice “te quiero” “me importas” y después desaparece sin una razón justa. Este algo me hizo reír como nadie y me hizo creer que de verdad le importaba. Me mostro su mundo. Me reclamó amor. Me hizo mentir para jugármela sin sentir culpa. Me confió y se sinceró. Me hizo pasar momentos que por alguna razón no puedo sacar de mi cabeza.  Me acuerdo de cada detalle, por más mínimo e ínfimo que sea. Eso en que nadie vio ni se fijo, yo sí. Observo, analizo y lo guardo todo. Cosas que ni él debe saber, cosas que no percibió ni se enteró.  Soy así, analizo todo. Aunque vale decir que a veces me pierdo ciertas cosas, o me niego a ver mas allá de lo que mi corazón siente. No suelo tener un punto medio. Paso del “no es para mí” al “no puedo vivir sin él”. Me obsesiono. Armo una historia de fantasía, en donde SIEMPRE me enamoro. Claro está, siempre me enamoro de ese personaje ficticio que yo arme. No me pueden decir que no es así. Cuando nos gusta alguien, le añadimos adjetivos, gustos, pasiones que no son. Lo tuneamos a nuestro gusto. Cerramos los ojos y nos dejamos llevar por la imaginaria y soñadora que llevamos dentro. Pero todo tiene su fin, siempre llega el momento en que nos damos cuenta que vivíamos en un mundo que no era el real. Que ese chico no es el príncipe azul, y que nosotras tampoco somos la princesa perfecta que tiene todo lo que quiere. En algunos casos, ese momento llega rápido, en otros tarda más. Pero siempre llega. Ese momento me llegó hace unos días y todavía los estoy digiriendo. El solo pensar cuando yo decía que no era para mí, lo mucho que él la peleó para que aceptara la invitación a vernos, y después haberme enganchando como lo hice, me deja estúpida.
Te preguntas porque no lo notaste antes, porque fuiste tan ciega. Te culpas y te maquinas la cabeza pensando porque él cambio así. Porque hizo eso y porque te creíste una y cada cosa que él te dijo. Le echas la culpa al flechazo por haberlo puesto en tu camino. Te sentís usada y débil. Te pasas las horas y los días buscando una razón. Te morís de ganas de llamarlo o mandarle un texto. Cada cosa que ves, oles o escuchas te remite a él. Sentís que no vas a poder seguir sin él. Pero me atrevo a decirte que estas equivocada. Que siempre se puede, y que el único límite es el cielo.
Lloralo, extrañalo, gritalo y odialo. Sacate todo ese AMOR-ODIO. Si tiene que ser, se va a dar. Y si no, vendrán mejores. Quien decide es el amor. No dejes que su ausencia, te ausente a vos.

 Y a vos, que desapareciste y me dejaste con este vacío, espero que estés bien y alguna vez saber la razón por la cual te fuiste. La ausencia que vos tuviste, te dejó ausente de mí. Miento si digo que no te odie, pero por ahora me quedo solo con los recuerdos de eso que pudo haber sido, pero no fue.

lunes, 23 de abril de 2012

Estas invitada a mi ronda de secretos


No es novedad, puede ser uno más, puede pasar por desapercibido, puede ser ignorado o no. Un nuevo blog que nace a raíz de algo que no está, de la falta de un amor que se fue tal vez, de algo que no sabemos que es, o simplemente de ganas que sacar los trapitos al sol. No soy psicóloga, no trabajo en un consultorio, no soy escritora, no soy un cura, ni tampoco doctora de amor. Soy simplemente yo, una chica que tiene ganas de escribir, de contar y compartir. 

Hope